lunes, 27 de febrero de 2017

¿Qué con qué?


Hace unos días tuvimos una reunión formal y como por cuestiones de trabajo mi esposo no iba a llegar rápido a la casa, decidí ir acomodando la ropa que se iba a poner. 


Para ser sincera es siempre él el que elige que se va a poner, yo nunca me meto en eso porque ando tan ocupada con los nenes que más bien es una ayuda para mí que no tenga que preocuparme en su ropa.


Antes de salir ya me había dicho la camisa pero no la corbata, yo me quedé tranquila porque pensé "NOSOTRAS somos la que sufrimos en combinar la ropa ¿Qué tan difícil puede ser combinar una camisa con una corbata?".

¿Qué tan difícil? ¡Súper difícil! La regla de oro que tenía mi papá era que las camisas a rayas y a cuadros se combinaban con corbatas lisas y las camisas lisas con corbatas con diseños, pero al ponerla en práctica es algo completamente distinto. 

Para mí ninguna de las corbatas combinaba con la camisa que quería ponerse y con ninguna de las otras camisas que tenía. Resulta que él solo tiene camisas a rayas y a cuadros ¡Y sus corbatas son con diseño! ¿Cómo se supone que iba a combinar eso?

Empecé otra vez, pensé que tenía que ser más abierta con las opciones y que si él podía combinar su ropa yo con mayor razón podía hacerlo. Me fue igual, las corbatas lisas que tenía no combinaban con la camisa que se quería poner así que llegué al punto de alistarle la camisa negra (un básico para todos los hombres) con la corbata más bonita que tenía. El detalle es que él quería ir con otra camisa y no me parecía justo cambiársela a último minuto sólo porque yo no sabía combinarlas, así que decidí investigar un poco.

Empecé a entender que no sólo era camisa y corbata lo que se combinaba en la ropa de un hombre sino que también influía el color del terno, el tipo de piel, ¡Las medias y los zapatos! Comprendí un poquito más a mi marido cuando se demoraba en escoger su ropa, sigo pensando que nosotras tenemos más variables al vestirnos pero entendí que ellos también sufren un poquito cuando se trata de combinar un traje de sastre.

Al final, después de tanta información sobre moda masculina decidí ir a la tienda con camisa en mano y pedirle al asesor que me elija una corbata que combine y aproveché el momento para adelantarle el regalo de San Valentín.

Cuando mi marido llegó a la casa se alegró de tener corbata nueva y la camisa que quería lista para ponerse, aunque en el camino se fue enterando de toda mi peripecia para poder hacer la bendita combinación.

Un abrazo a la distancia. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Datos personales

Pertenezco a

Déjanos un tip

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *