domingo, 5 de agosto de 2018

Mi primera lactancia




Hoy, mientras conversaba en una reunión acerca de qué se trata ésta página me quedé pensando en que nunca les había contado acerca de como fue mi lactancia. Si bien he tratado de mantener mi vida fuera del tema principal, creo fervientemente que aprendemos a través de las experiencias no sólo nuestras, sino también de las de otras personas.

Como algunos ya saben, fui mamá a los 22 y entre el trabajo y mi nueva vida como madre no supe informarme ni rodearme de personas que sepan acerca de la lactancia materna. 

Cuando nació Matías, después de una cesárea de emergencia, la neonatóloga le dio de alta indicando que estaba bien (pasó un día en cuidados intensivos) pero que como era un bebé grande tendría que tomar fórmula ya que en los días que estuvo internado no se llenó con mi leche. Incluso nos dio varias opciones de fórmulas para que saliendo del hospital le compremos su lata y el bebé no tenga hambre.

Como buena madre primeriza y confiada en que los médicos saben más que una por haber estudiado tantos años, confié en lo que decía y saliendo, nos fuimos a comprarla.

Tal vez se puedan preguntar "¿Pero es que tu mamá no te dijo que le des teta?" No, no me lo dijo, yo nací por una cesárea de emergencia también (pobre mi madre el susto que se habrá llevado cuando le dijeron que su hija tendría una) porque mi mamá botaba un líquido marrón y a mí me daban por muerta ya que asumieron que lo había tragado y cuando vieron que seguía viva al sacarme de su barriga, decidieron cortar la lactancia y darme fórmula. 

Qué tuvo mi mamá en su parto, no sabemos a ciencia cierta, solo tenemos especulaciones pero el detalle es que por su experiencia, la fórmula te hacía crecer fuerte y sano. 

Y así fue como Matías empezó con lactancia mixta y 4 meses después pasó  a sólo fórmula. Nunca tuve a mi alcance información de banco de leche, relactación ni de los beneficios que brindaba la leche materna y que la fórmula no daba y tampoco para ser sincera, tuve mucho interés en buscar porque los médicos que lo veían en la clínica decían que estaba bien con leche artificial. 

Cuando nació Rafaela fue otro el cantar, con ella ya sabía un poco más del tema y estaba decidida a no gastar s/100 cada 5 días por leche que yo le podía dar, porque hay que ser sinceras, dar fórmula no es sencillo, no es económico y emocionalmente no es fácil. Muchas personas que apoyan la lactancia juzgan muy rápido sin saber lo que hay detrás de cada historia, sin saber lo mal que se puede sentir una madre al no poder alimentar a su hijo, a escuchar por médicos (que se supone saben más que una) que su leche no los llena, que después de 6 meses su leche es agua, que por su leche es que su hijo se queda flaco y no crece, porque sí, hay médicos que afirman eso y a una nos mata sin haber empezado.

Y es por eso que decidí contarles un poco de lo que pasé, nadie tiene derecho a juzgarnos, la lactancia es el vínculo más hermoso que podemos tener con nuestros hijos, no dejemos que gente malinformada nos la arrebate.

Pero si por a o b motivo, deseas destetar, que sea siempre de manera informada, pausada y con respeto hacia tu bebé ya que la lactancia debe ser placentera para ambas partes y si para ti ya no lo es, entonces infórmate de como realizar un destete respetuoso. 

Como siempre he dicho a varias mamás, vale más unos meses de lactancia y que ambos sean felices a una madre que continúa una lactancia forzada y que ya no tiene la disponibilidad ni las ganas de atender a su hijo debido a los sentimientos encontrados que tiene.

Una mamá feliz, es una mamá empática con los sentimientos y necesidades de sus hijos.

Con esto no pretendo juzgar ni defender a nadie, lo único que quiero lograr es que si ven a una mamá dando fórmula primero averigüen el porqué de la decisión y vean la manera de apoyarla e informarla para que retome su lactancia. Rafaela lactó hasta los 3 años y el destete se dio porque ella así lo quiso, desafortunadamente no pude lograr lo mismo con Matías pero esa experiencia me sirvió para ver el otro lado de la moneda porque muchas lactancias se pierden por mala o poca información y una vez que la mamá está empoderada, no habrá sustento que ella no pueda rebatir.

Abrazos a la distancia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Datos personales

Pertenezco a

Déjanos un tip

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *